viernes, 4 de noviembre de 2011

Sex Museum deja bien claro lo que es el rock

Los amantes del garage rock más puro se reunieron anoche en la sala Caracol para disfrutar del show de los veteranos Sex Museum, la banda alternativa más sólida del panorama musical español. En un jueves tan lluvioso como el que tuvimos, hay pocas cosas que te hagan salir de casa pero, sin duda, esta es una de ellas. Prometían y cumplieron.

Sex Museum @Sala Caracol 03-11-2011

Cerca de las 10 de la noche salían al escenario los componentes de Cápsula, la banda argentina que les acompaña, y empezaron a calentar motores. Los cantantes, chico y chica, guitarrista y bajista, se retorcían en el escenario acompañando a la potente música que sonaba. Disfrutaban cada canción y se nota. El público quedó sorprendido ante una actuación más que aceptable de los argentinos. Tras casi tres cuartos de hora de concierto, dejaron el escenario libre y preparado para la banda madrileña.

Poco después comenzaba la intro de Sex Museum y, uno a uno, fueron ocupando sus puestos. Abrieron con Again&again, buena canción introductoria que poco a poco va subiendo de tono, de su último disco de mismo nombre 'Again&again', que repasaron casi en su totalidad. Pero los momentos más fuertes de la noche vinieron con las canciones más antiguas. Flyin'High, Two Sisters o I enjoy the forbidden hicieron que el público se llenara de manos alzadas coreando los temas.

La curiosidad de la noche es la remezcla que se marcaron de 'Smoke on the water' de Deep Purple y 'Fight for your right' de los Beastie Boys, llamada 'Smoke on the party'. Dos canciones muy diferentes que nadie creería que pegan tan bien. 

Miguel Pardo, el cantante, no es un showman ni dialoga con el público pero le sobra (y le basta) con esa actitud rockera de voz ronca y movimientos hipnóticos y atrayentes. Hoy en día parece imprescindible el diálogo grupo-público pero cuando tienes música de calidad como la de Sex Museum, ésta habla por sí sola y la relación entre los dos bandos resulta más intensa.

Los años de experiencia de la banda es un punto muy a favor. Saben con qué canción deben presentarse, cuándo meter las más flojas y comenzar con los temas más cañeros para no bajar el ritmo y mantener el entusiasmo hasta el final.

La noche acabó con una canción colaborativa entre las dos bandas que llenaron el escenario. Puso el broche a dos actuaciones redondas.

Yo, por lo menos, estoy deseando repetir.


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