martes, 11 de octubre de 2011

Within Temptation: concierto en La Riviera




Son las 10 de la noche, 10 de octubre. Llego a la sala La Riviera, un poco ajustada de tiempo. Esta noche vienen a España para una única actuación el grupo holandés Within Temptation. Aunque la sala no está del todo llena, me encuentro con un clima de gran expectación, lo que hace que en seguida entre en ambiente. La edad media de espectadores se sitúa sobre los treinta años, cosa que me llama la atención en un concierto de metal.

Tras unos minutos de espera, la banda aparece en el escenario, con la consiguiente ovación del público. Una Sharon muy entregada, intentando hablar en español, presenta brevemente a la banda, y comienza el espectáculo.



Tanto la interpretación de los músicos como la voz de la cantante suenan espectaculares, superando con creces la versión grabada en su versión de estudio. Sin embargo, al principio la calidad del sonido es algo deficiente, puesto que los instrumentos apagan la voz de la cantante, a la que apenas se oye.
Otro de los problemas que me encuentro se debe a un aspecto estructural de la sala: en el centro de la pista se localiza una barra de bar, en la que se erige una palmera, que dificulta la visión del escenario al público. Además, el escenario se encuentra a una altura muy baja, cosa que también dificulta la visión. Sin embargo, su reducida altura se convierte a lo largo del concierto en una ventaja, ya que gracias a esto se logra apreciar una gran cercanía por parte de los músicos (que se acercaban al público y se mostraban muy naturales)

La banda comenzó a tocar canciones de su último álbum, The Unforgiving, aunque tampoco olvidaron sus antiguos éxitos: todo el aforo se volcó con Ice Queen y Stand my ground, las canciones insignia del grupo.
                                                                                                   
La mejor interpretación con diferencia, sin embargo, fue Deceiver of fools, un tema de sus primeros trabajos, muy mejorada respecto a la versión clásica, en la que Sharon demostraba una potencia vocal reservada sólo a unos pocos y donde los músicos demostraron una enorme expresividad.

A pesar de que todo el mundo estaba expectante ante el acostumbrado cambio de vestuario de los miembros del grupo, finalmente esto no se produjo, lo que decepcionó ligeramente al público. Sin embargo, la ropa sobria y la falta de movimientos exagerados de la cantante (cosa a la que nos tenía acostumbrados), delató la evolución de la madurez del grupo.

Sobre las once y media de la noche, y después de un bis, Within Temptation se despedía de sus seguidores tras un concierto de hora y media. Fue una actuación demasiado corta, que me hizo quedarme con ganas de más. Sin embargo mereció la pena y  fue una experiencia que me gustaría volver a repetir.

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