miércoles, 12 de octubre de 2011

Los Beatles "a veces se ponían insoportables"


Geoff Emerick, el técnico de sonido que trabajó con la popular banda durante la
grabación de "Abbey Road", desvela en sus memorias las tensiones internas y externas de los cuatro de Liverpool.

Emerick participó en la elaboración de la discografía del grupo desde Revolver (1966) hasta Abbey Road (1969) y comenta que, a pesar del prestigio y el dinero que conllevaba trabajar con los Beatles, muchos técnicos se negaban a ello. "Había demasiada tensión, podían ser desagradables [...] a veces se ponían insoportables"
En el libro, Emerick describe la transformación que sufrió el grupo desde sus inocentes primeros años hasta la irrupción de la fama y, sobre todo, de su capacidad para generar dinero. A medida que la banda crecía, así lo hacían las diferencias entre los músicos. Emerick describe a Harrison como "un guitarrista muy inseguro, con rencores profundos" y considera que Lennon "era incapaz de verbalizar lo que deseaba. Y Ringo impuso barbaridades como demoler el estudio de Apple por un capricho". El que sale mejor parado del relato del técnico es Paul McCartney, con quien colabora en la actualidad.

 Tan agotador era el trabajo con los Fab Four, en el que no había ni un ápice de camadarería, que el autor de estas memorias abandonó el estudio de grabación después de que el cuarteto volviese de su viaje a India. "De la India se trajeron docenas de canciones pero volvieron muy cabreados. Entre sí, con EMI, con Abbey Road, con sus empleados. Lennon me gritó que lamentaba que yo no hubiera pasado por el Ejército, como si tratara con un niño mimado."
Tras esa pausa, Emerick volvió para trabajar en Abbey Road, y en esos días presenció una escena tan surrealista que sólo podían protagonizarla Lennon y Yoko Ono: hicieron instalar una cama en el estudio de grabación para que Ono estuviese presente, ya que se recuperaba de un accidente que había sufrido. "Según John, ella había estudiado música y era más artista que todos los Beatles juntos. Se suponía que su presencia nos inspiraría, pero solo decía simplezas. En las pausas, recibía a sus amigos, como una reina".

Última sesión de fotos de los Beatles antes de su separación. (Foto: Ethan A. Russel)
En contraposición a las ideas peregrinas del cantante y su esposa, en el libro se sugiere que lo que mantuvo al grupo lo suficientemente unido como para terminar su emblemático álbum fue el empeño de Paul, Ringo y George para hacer un disco a la altura de sus obras anteriores.
Sin embargo no todo en este libro son críticas. Emerick también ensalza la creatividad del grupo:
"trabajar con los Beatles era pintar un óleo con todos los colores, mientras que los demás se contentaban con un dibujo a carboncillo"
También destaca que, en su regreso a los estudios Abbey Road en 2007 para versionar Sgt. Pepper's con bandas del panorama actual (Killers o Kaiser Chiefs), los métodos orgánicos que se usaban en los sesenta a la hora de grabar se han perdido. "Estaban acostumbrados al programa Pro Tools para juntar fragmentos de tomas. Les costó tocar y cantar juntos, mirándose a los ojos; es una disciplina que se ha perdido. Al final, hasta los inicialmente escépticos aceptaron que la grabación analógica sonaba inmejorable".

Fuente: El País, Revista de Letras

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