Este festival, que se celebra anualmente por San Isidro, combina en un solo día un cartel formado por bandas principiantes y artistas consagrados. Un evento que se ha consolidado en los últimos años y que, como consecuencia, se ha trasladado del Paraninfo de Ciudad Universitaria a la Puerta del Ángel, en la Casa de Campo, con capacidad para 18.000 espectadores.
El festival comenzó a primera hora de la tarde y, como preludio a la gran fiesta nocturna, se encargaron de encender al público la formación ganadora del concurso UCM, The Baked Beans In Tomato Sauce, y las bandas finalistas de los “Premios Rock Villa de Madrid”: Novedades Carminha, The Patinettes, The Great Barrier, Gaggia, y los ganadores del certamen, la banda madrileña Yakuzas.
A medida que avanzaba el día y descendían los grados del termómetro, aumentaba la afluencia de público. Llegábamos a la mitad del espectáculo y era el turno de bandas con mayor reconocimiento como Hoy Muero Viernes, Pájaro y Smile. Pero no fue hasta alrededor de las nueve de la noche cuando apareció el primer cabeza de cartel, el gallego Xoel López.
El antiguo líder de Deluxe presentó su nuevo trabajo en solitario "Atlántico". A pesar de los problemas de sonido iniciales, supo sobreponerse y ofrecer un buen concierto en el que hubo ratos de auténtica conexión con el público durante los momentos de percusión. A continuación, subió al escenario el cantautor Nacho Vegas, que brindó un concierto más tranquilo y pausado, en el que las letras de sus canciones derrocharon una gran sensibilidad y sentimiento.
Finalmente, culminaron la noche ante 15.000 personas los Corizonas. La banda compuesta por la fusión entre Arizona Baby y Los Coronas ofreció desde el primer momento un concierto de puro rock que logró entusiasmar a los asistentes y poner el punto y final a una gran jornada de música.
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