martes, 10 de abril de 2012

Chronicle, de Josh Trank

Entretenida

Chronicle es una película que en un principio promete mucho, pero que desgraciadamente no llega a cumplir casi nada.
Narra la historia de tres adolescentes que, tras encontrar un misterioso meteorito, adquieren superpoderes tales como volar y mover objetos con la mente. Lo novedoso del film es que los protagonistas no se convierten en superhéroes, sino que se comportan como adolescentes reales: hacen gamberradas, se divierten a costa de sus poderes, impresionan a las chicas y dan algún escarmiento a los matones del instituto.
La situación se complica cuando Andrew, que a diferencia de sus compañeros es un chico asocial y con muchos problemas familiares, consigue aumentar sus poderes y, con ellos, su ambición.
El planteamiento y la estética atrapan en un principio: la técnica del falso documental o mockumentary, que hace que toda la película esté grabada por la videocámara de Andrew, da la impresión de ser original e interesante. Sin embargo, no es la primera película de alto presupuesto que utiliza este recurso: Monstruoso, de Matt Reeves, o la española REC también muestran este tipo de planos continuamente.
El efecto positivo de esta técnica es la credibilidad: el espectador se mete en la historia mucho más fácilmente. El efecto negativo es, por sorprendente que parezca, la falta de credibilidad.
Y es que a partir de la mitad de la película, al guionista Max Landis se le va de las manos. Los malabares que hace para conseguir imágenes de todo lo que está pasando llegan a ser cómicos sin pretenderlo. Las infinitas cámaras de seguridad de los establecimientos, la cámara que deja grabando la policía "porque es importante para la investigación"... El punto álgido se da en el clímax, cuando Andrew utiliza su telequinesis para rodearse de teléfonos móviles y conseguir así una panorámica circular que distrae al espectador completamente del guión (que a esas alturas de la película ya es inexistente: se limita a explosiones y coches que vuelan).
Chronicle es, en definitiva, una buena idea, desarrollada de forma muy arriesgada pero que lamentablemente se pierde y no llega a ninguna parte. Eso sí, si lo que uno busca es pasar un rato entretenido y disfrutar de unos efectos especiales espectaculares (y los de esta película ciertamente lo son, y se merecen todo el mérito del mundo) Chronicle es una buena opción.


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